Las ‘cookies’ son pequeños fragmentos de texto que los sitios web de terceros que visita un usuario envían al navegador que utiliza el visitante, donde quedan alojadas.
Estos archivos almacenan distintas informaciones que después son transferidas desde el navegador al servidor que envió las ‘cookies’.
Estos archivos, también llamados “cookies”, posibilitan que los sitios web que las han enviado recuerden información sobre las visitas que reciben, lo que puede hacer que sea más fácil volver a visitar esos sitios y que estos sitios resulten más útiles a quien los visita, según explican desde Google.
La historia de las ‘cookies’ se remonta a Lou Montulli, programador de navegadores web de Netscape Communications, uno de los primeros navegadores de Internet, según la plataforma especializada CookieYes.
En 1994, a Montulli se le ocurrió la idea de utilizar archivos de texto para almacenar información. La idea detrás de las ‘cookies’ era que permitieran a las personas que compran en un sitio web de comercio electrónico almacenar sus artículos en un carrito de compras virtual, según esta misma fuente.
“Cookie mágica”
Según CookieYes, el nombre ‘cookie’ lo acuñó Montulli y se deriva del término informático “cookie mágica”, que se refiere a un paquete de datos recibidos y enviados por un programa.
1994: el punto de partida.
Para distintas fuentes tecnológicas, la era de las ‘cookies’ comenzó en 1994: en junio Montulli tuvo la idea de utilizarlas en las comunicaciones web; ese mismo año él escribió con John Giannandrea la especificación inicial de Netscape para las ‘cookies’; y en octubre se publicó la versión 0.9beta del navegador Mosaic de Netscape, que soportaba ‘cookies’.
“The New York Times informó que este fue el primer caso en la historia de Internet en el que los datos de un sitio web podían almacenarse de manera confiable en la computadora de un usuario”, señala la compañía de software Zeropark.
Según Google, las ‘cookies’ se consideran esenciales para recordar las elecciones y preferencias de un usuario (como el idioma que ha elegido); almacenar la información relacionada con la sesión (como el contenido de un carrito de la compra); habilitar funciones o realizar tareas que se soliciten; y detectar y resolver problemas con un servicio determinado.