Ciudad de México 17 de agosto._ Afganistán vive un momento histórico a 20 años del 9/11.
Por ello, el próximo 11 de septiembre “es probable que veamos ondear la bandera talibana, lo cual representa un golpe a la reputación estadounidense, a su retórica liberalizadora y democratizadora, además será un reflejo de la transición hegemónica que ocurre a nivel internacional”, afirmó Moisés Garduño García, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.
Se trata de un fracaso de la política exterior y de seguridad de Estados Unidos, desde Bush, Obama, Trump y hasta Biden.
Lo es porque se prometió a la opinión pública internacional un Afganistán democrático, consolidado institucionalmente y con libertades para las mujeres, etcétera.
En términos de seguridad internacional, la invasión fue un fracaso y más allá del asesinato de Osama Bin Laden, no hubo ninguna mejoría en la calidad de vida de los afganos.
Este golpe es una muestra más de la “deshegemonización” de nuestro vecino del norte en el sistema internacional y de la reemergencia de actores como China y Rusia en cada uno de los escenarios que dejan los estadounidenses, señaló.
“Este no es un juego de suma cero, no se trata de la sustitución de una potencia por otra, porque nadie tiene la capacidad para imponer un orden hegemónico por sí solo. Simplemente son reacomodos estratégicos que se dan debido a que hay un vacío de poder en estos momentos, el cual China tratará de llenar, más que con armas, con ayuda económica, para intentar que haya estabilidad en una zona que es de su interés y le preocupa”.
Consideró el experto en Política y Cultura de Oriente Medio, que Estados Unidos realineará estratégicamente sus tropas.
“Pienso que todavía monitoreará la zona” y llevará soldados a países aliados, como Arabia Saudita, Israel o Emiratos Árabes Unidos, desde donde mantendrá un monitoreo de sus intereses en la región, en particular los relacionados con el petróleo y el flujo energético que también importa a aliados asiáticos, como Corea del Sur o Japón.
Garduño García recalcó que, a diferencia de hace 20 años, cuando inició la invasión estadounidense a Afganistán, después de los ataques terroristas a las Torres Gemelas de Nueva York, los talibanes están mostrando hoy grandes capacidades negociadoras y están siendo pragmáticos.
Por ejemplo, ya hablaron con los chinos, a quienes visitaron para garantizar la estabilidad de la zona y la frontera.
También tienen gran comunicación con Pakistán y han dado entrevistas en diferentes lenguas a diversos medios de comunicación internacionales, para mostrar un rostro que no se conocía.
De ese modo, estamos viendo un proceso de transición política que se presumía sería más turbulento de lo que está ocurriendo.
Si bien aún hay grupos rigoristas y conservadores, insistió el especialista universitario, se dan señales de que hay aspiraciones hacia un cambio político en aquella nación.