En abril de 2012, salió a luz una polémica imagen donde se observaba al rey Juan Carlos I con rifle en mano posando al frente de un elefante que él cazó. El hecho fue muy criticado por diversas razones: su afición a la cacería, que causó el enojo de millones de personas en el mundo, y porque en ese año, España vivía una de sus peores crisis económicas. Su viaje a Botswana duró 14 días y costó aproximadamente 58 mil dólares, es decir, 1 millón 160 mil pesos actuales. Cabe destacar que los elefantes son una especie en peligro de extinción justamente por la caza furtiva. Incluso el rey Juan Carlos I, en aquel entonces, era el presidente de WWF España, una organización que trabaja activamente para la protección de especies vulnerables, entre las que se encuentra el elefante africano. Fue separado del cargo, posteriormente. Al parecer su esposa la Reyna Sofia no lo acompañara en su cambio de residencia.
Se encontraría en República Dominicana, después de comunicar a su hijo, el monarca Felipe VI, la decisión de trasladar su residencia fuera de España tras las últimas informaciones relacionadas con presuntas donaciones de Arabia Saudita no declaradas a Hacienda.