Este miércoles, el gobierno de Guerrero activó el protocolo de disuasión en tres puntos de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo debido a bloqueos llevados a cabo por manifestantes, los cuales, según informes no oficiales, estarían vinculados con la delincuencia organizada.
Frente a esta situación, la Policía Estatal trabajó en conjunto con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional, la Fiscalía General del Estado y la Policía Municipal para tomar el control de la carretera en el poniente del puerto de Acapulco.
Estos bloqueos fueron una respuesta a los cateos realizados por la fiscalía y la policía estatal en la zona, donde se reportó la detención de un presunto líder transportista.
Además, previamente, un operativo en la región de Tierra Caliente, donde se confiscaron vehículos de lujo, también generó una rápida reacción de grupos vinculados a la delincuencia organizada, quienes bloquearon distintas vías de comunicación en la región. El grupo criminal «Los Ardillos» también intentó aplicar una estrategia similar en el pasado para exigir la liberación de sus miembros.
No obstante, las autoridades de seguridad, lideradas por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, han dejado en claro que la seguridad en el estado es una prioridad y que no cederán en la lucha contra la delincuencia.
El gobierno ha mostrado una postura firme y decidida, demostrando que nadie estará por encima de la Ley y se hará respetar el Estado de derecho para garantizar el libre tránsito de la población, las autoridades mantienen su presencia en la zona.
A pesar de la provocación a la violencia y los bloqueos promovidos por grupos delictivos, las autoridades han dejado en claro que no permitirán que la delincuencia organizada utilice a la sociedad civil para perturbar la paz en Guerrero.