Hacia una paternidad distinta

Los padres de hoy tenemos la gran responsabilidad familiar de reeducarnos y construir la paternidad de diferente forma, más igualitaria y participativa en el ejercicio, y en común acuerdo con los hijos y la pareja, asegura el académico de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, Erik García Estrada.

Con base en datos del Censo de Población y Vivienda 2020, en México había 44.9 millones de hombres de 15 años y más, 21.2 millones de ellos (47 por ciento) se identificaron como papá de al menos una hija o un hijo que reside en la misma vivienda.

El Día del Padre en nuestro país se celebra el tercer domingo de junio, efeméride que comenzó en 1950 solo en centros escolares y después se generalizó. Se trata de un reconocimiento a la importancia de esta figura en el ámbito familiar; su origen se remonta a 1910, en Washington, Estados Unidos.

El universitario apunta en entrevista que en la actualidad esta figura representa diferencias: son tiempos donde se tiene una participación mayor a partir del proceso del embarazo, el cuidado, crianza y educación de los hijos; la cercanía emocional y afectiva y el contacto físico. También más mujeres aportan al gasto familiar. “Además, los temas de masculinidad nos permiten construir una paternidad diferente”.

Ello responde a la demanda que tenemos, es decir, educarnos también en la atención a la salud y, sobre todo, en el apoyo continuo hacia la familia. En suma, la posibilidad de ser una imagen con la cual puedan identificarse hijas e hijos, estar presentes, amarlos.

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