Shoshana Zuboff, en su libro La era del capitalismo de la vigilancia, afirma que “pensábamos que usábamos a Google, pero es Google el que nos usa a nosotros”.
La catedrática emérita de la Harvard Business School explica cómo el capitalismo ha cambiado de época, ya no es el capitalismo industrial en el que se explotaba a la naturaleza.
Ahora vivimos en la era del nuevo capitalismo de la vigilancia, creado por Google y empresas tanto digitales como no digitales, en donde se explota con afán la propia naturaleza humana para convertirla en predicciones sobre la conducta con el fin de comercializar.
Google comenzó a aprovechar los datos de las búsquedas no para mejorar su producto sino para vender ingente publicidad personalizada, creando una amenaza para el futuro de la autonomía humana y la democracia.
Pensábamos que usábamos a Google y las redes sociales, pero son Google y las plataformas sociales las que nos usan a nosotros. Hemos incurrido en el error de pensar que sus servicios son gratis, pero esas compañías piensan que nosotros somos gratis.
Estas compañías no cometen errores que violan la privacidad de vez en cuando, en realidad esos errores son las innovaciones para continuar explotando a los usuarios.
Al buscar información, esas empresas están extrayendo nuestra experiencia, convirtiendo nuestras vidas en datos y reclamando esas vidas como su conocimiento registrado.
Cada vez que doy a estas compañías algo de información personal, su interfaz les permite obtener tantos datos más de mi experiencia de los que no soy consciente.
Así se nutren grandes sistemas de inteligencia artificial que son sistemas de conocimiento y poder desigual. Una sociedad que cuida su privacidad es muy distinta a una indiferente a ella o incluso que es agresiva en su deseo de eliminarla. La privacidad es pública, si la entregamos destruimos la sociedad y disminuye la democracia.