Las recientes declaraciones de la medallista olímpica, Paola Espinosa, sobre el director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Rommel Pacheco, revelan conductas violentas y amenazas del funcionario público.
La atleta señala haber sufrido presiones y amenazas durante el proceso en el que ella cedió la propiedad de una casa ubicada en el Fraccionamiento Montecristo, en Mérida. Las acusaciones se desprenden de una investigación realizada por Proceso, en la que Espinosa detalla cómo Pacheco utilizó tácticas de presión emocional, manipulación y advertencias legales para obtener el inmueble a bajo costo.
De acuerdo con la información consultada por ese medio, Rommel Pacheco presionó para que ella le vendiera el 50% de la casa que ambos adquirieron en 2013. Según la deportista, él ofreció 600 mil pesos, una cantidad mucho menor al valor real del inmueble en ese momento, bajo el argumento de que, si no aceptaba, “no la dejaría en paz”.
Paola Espinosa explicó que accedió a la transacción porque deseaba cerrar por completo su relación con Rommel Pacheco ante las constantes exigencias económicas y presiones que sufrió. Incluso, acusó al exclavadista de utilizar la llamada “ley de concubinato” como un argumento intimidatorio.
Espinosa temía que, tras la separación, la familia de Rommel Pacheco tomara un papel activo en presionarla aún más, lo que influyó en su decisión de no entrar en una batalla jurídica. Pese a las acusaciones, expresó que prefiere haber perdido dinero antes que continuar vinculada a un proceso que describe como emocionalmente desgastante.
En respuesta a la solicitud del medio, Rommel Pacheco afirmó únicamente que su patrimonio está declarado y registrado conforme a la ley, indicando que cualquier persona puede consultarlo de manera pública. Declinaron proporcionar más declaraciones.



