La ofrenda tradicional consta de siete niveles, que fusiona distintas tradiciones, incluyendo creencias cristianas ya que es el número de escalones necesarios para llegar al cielo, además de que se asocia con el dogma mexica del Mictlán, aludiendo a que siete niveles representan siete de las nueve etapas del inframundo.
El altar de 7 niveles es un puente entre los vivos y los muertos, se trata de un tributo lleno de historia y espiritualidad.
Primer nivel El Inframundo: Este nivel simboliza el Mictlán, lugar de los muertos y se coloca en el suelo, representando el inicio del viaje del alma hacia el descanso eterno.
Segundo nivel Ánimas del purgatorio: Se coloca una imagen religiosa, generalmente es un santo o virgen, para pedir por las almas en el purgatorio, es una petición para las ánimas que no han encontrado paz y que puedan hacerlo.
Tercer nivel La Purificación: Aquí se coloca la sal, que simboliza la purificación del alma para evitar que se corrompa en su viaje por el inframundo.
Cuarto nivel El pan de muerto: Este nivel es para el tradicional pan de muerto que representa el ciclo de la vida y la muerte, así como la generosidad del anfitrión que ofrece el alimento a las almas que regresan.
Quinto nivel Comida y bebida favorita del difunto: En este nivel se colocan los alimentos y bebidas preferidas por los difuntos, como el mole, tamales, frutas o pueden ser bebidas alcohólicas. Este es un gesto que simboliza la bienvenida y hospitalidad a los seres queridos que visitan.
Sexto nivel Fotografías de los difuntos: Se colocan las imágenes de los difuntos a quienes se les dedica la ofrenda, es un recordatorio visual y emocional de aquellos que ya no están de manera física con nosotros.
Séptimo nivel La cruz de cal: Al final se decora con una cruz de cal o pétalos de cempasúchil que representan la resurrección y conexión entre la tierra y el cielo, esta sirve como guía para las almas en su camino hacia el descanso final.