Elektra llega a su 75 aniversario con una convicción intacta: las empresas que perduran son las que ponen a las personas en el centro de su propósito.
Desde su fundación en 1950, la compañía ha mantenido una filosofía que combina innovación, cercanía y un profundo respeto por sus clientes y colaboradores.
Un legado familiar de tres generaciones
Durante la conmemoración en sus oficinas centrales, el presidente de Grupo Salinas, Ricardo Salinas Pliego, recordó el aprendizaje heredado de su abuelo, quien dirigió Salinas y Rocha durante tres décadas.
“Me enseñó que el cliente era lo más importante, que tenía que estar enfrente y al centro de todos nuestros esfuerzos”, compartió.
Esa visión se ha mantenido viva a lo largo de tres generaciones, transformándose en una cultura corporativa donde la confianza y la actitud positiva son los motores del crecimiento.
A lo largo de los años, Elektra ha sido testigo de los cambios sociales y económicos del país, y ha respondido con empatía, resiliencia y compromiso.
Valores que impulsan el futuro
Hoy, Elektra reafirma que su éxito no solo se mide en expansión o ventas, sino en la capacidad de generar bienestar.
“Primero los clientes. Nosotros nos debemos a ellos. Vamos a estar más firmes que nunca con el ancla de nuestros valores: la vida, la propiedad y la libertad humana”, expresó Salinas Pliego, en un mensaje que refleja la esencia del grupo.
Más allá de la tecnología y los números, el aniversario 75 de Elektra celebra la fuerza de un propósito colectivo: crear momentos felices y oportunidades reales para que las familias mexicanas vivan mejor.
En un país que se transforma cada día, la empresa demuestra que el valor más grande sigue siendo el humano.
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