La Unión Europea (UE) no reconoce la toma de posesión de Alexandr Lukashenko como presidente de Bielorrusia, después que que éste tomara el cargo el 23 de septiembre en medio de las protestas de la población. En cambio, China respeta los resultados de las elecciones.
La UE argumenta que los resultados de las elecciones presidenciales celebradas en Bielorrusia del pasado 9 de agosto son falsas, dijo este jueves el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell:
«La elección del 9 de agosto no era libre ni equitativa. La Unión Europea no reconoce los resultados falsificados. En consecuencia, la supuesta ‘investidura’ del 23 de septiembre y el nuevo mandato que invoca Alexander Lukashenko no tienen ninguna legitimidad democrática».
Además, Borrell agrega que los resultados de las elecciones contradicen directamente la voluntad de amplios sectores de la población bielorrusa.
Lukashenko, cuya reelección es disputada por protestas masivas, juró el cargo inesperadamente el miércoles en una ceremonia que solo se hizo pública después.
El anuncio provocó inmediatamente una nueva manifestación de la oposición en Minsk, que fue reprimida por docenas de detenciones.
Borrell declaró en un comunicado que la “investidura” contradice directamente la voluntad de amplios sectores de la población bielorrusa, expresada en numerosas manifestaciones pacíficas y sin precedentes. Por lo que estas acciones por parte del gobierno de Lukashenko solo agravarán la crisis política del país.
China reconoce a Lukashenko como primer mandatario
En cambio, el gobierno de China expresó su respaldo al presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko. De acuerdo con declaraciones del portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Wang Wenbin, en una comparecencia ante la prensa:
«China respeta la elección de los ciudadanos bielorrusos, las elecciones presidenciales son un asunto interno del país. […] China apoya los esfuerzos de Bielorrusia para proteger su independencia, soberanía y seguridad nacional y rechaza los intentos de fuerzas externas de sembrar división y caos en la sociedad bielorrusa».
Además, señaló que Pekín «espera y cree que bajo el liderazgo del presidente Lukashenko, Bielorrusia restablecerá la estabilidad política y la paz social».