“Es fundamental sensibilizar a los estudiantes sobre la necesidad de pedir ayuda y de tomar decisiones informadas, porque la violencia también puede ser silenciosa cuando se dice que llorar no es de hombres”, afirmó Nuri Martínez Ballesté, titular de la Unidad para la Prevención y Atención de la Violencia por Razones de Género (UPAV), durante la Jornada Fuertes hasta rompernos: masculinidad y suicidio.
La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), a través de la UPAV en el campus Cuajimalpa, impulsó este encuentro como parte de su compromiso con el bienestar integral de su comunidad y con la transformación de los modelos tradicionales de masculinidad vinculados a la salud mental.
El suicidio masculino es una problemática aún silenciada por los tabúes culturales que impiden a los hombres expresar vulnerabilidad o pedir apoyo. “Vivimos bajo un concepto cultural que dicta cómo debe comportarse un varón para ser aceptado en la sociedad; lo relacionamos con la fuerza y la rudeza, como si no sintiera. Pedir ayuda es necesario; sin embargo, es percibido como debilidad”, añadió Martínez Ballesté.
Para la UPAV Cuajimalpa, abordar la conexión entre masculinidad y suicidio resulta esencial tanto para la comunidad universitaria como para la población en general. La jornada cuestionó los estereotipos que vinculan la fortaleza con el silencio y la debilidad con la emoción, así como promover nuevas formas de entender la identidad masculina basada en el cuidado, la empatía y la apertura emocional.
“Bajo estas dinámicas rígidas, los varones enfrentan mayor riesgo de depresión, adicciones y suicidio. La prevención es clave para evitar situaciones críticas; por eso, estos espacios ofrecen acompañamiento, asesoría y herramientas que fortalecen el bienestar mental y emocional”, subrayó la funcionaria.



