Celebran 30 años de rock indígena

Celebran 30 años de rock indígena

En 1995, cuatro jóvenes de la nación comca’ac (seri) encontraron en el rock la manera de comunicar su cosmovisión, historia, tradiciones y su lengua, sin imaginar que su propuesta marcaría un antes y un después en la escena musical y abriría el camino a más jóvenes para expresarse desde sus lenguas maternas, además de llevarlos a los escenarios más importantes del país, y más allá de sus fronteras.

“Hacer algo que nos gusta y que, a la vez, nos permitiera defender nuestro idioma fueron las dos cosas que vimos para integrar Hamac Caziim”, contó Francisco “El Indio Molina”, vocalista de la banda, que cumplió 30 años de cantar en cmiique iitom, al participar en el Seminario Antropología, Historia, Conservación y Documentación de la Música en México y el Mundo, organizado por la fonoteca del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Hamac Caziim, cuyo significado en español es “fuego divino”, se formó en Punta Chueca, comunidad localizada entre el golfo de California y el desierto de Sonora. Luego de recibir la autorización del Consejo de Ancianos del Pueblo Comca’ac, y con el gusto por artistas como Guns N’ Roses o Mötley Crüe, tomaron guitarra, bajo y batería para adaptar los cantos tradicionales al género musical anglosajón.

30 años

 

En la mesa redonda “Del viento suave al canto eléctrico. Treinta años de rock indígena en México”, en el marco del citado seminario virtual, el cantante hizo un balance de la aportación de Hamac Caziim durante las últimas tres décadas, y destacó el que hayan surgido grupos musicales y solistas que hacen sus propias composiciones, así como poesía en cmiique iitom.

“Son bandas más jóvenes que nosotros, entonces la lucha por defender nuestra cultura y lengua va a seguir por mucho tiempo. Esperemos que permanezca nuestro idioma, y se hable al 100 por ciento en la familia, en lugares públicos o en las escuelas de Punta Chueca y El Desemboque”, dijo.

Aclaró que, si bien las culturas son dinámicas y los cambios algo natural, en su propuesta se han limitado a adaptar los cantos de las fiestas tradicionales. “Nunca hemos tocado los cantos ceremoniales del pueblo, porque estaríamos ofendiendo a nuestros antepasados si lo hiciéramos”, comentó.

En este sentido, el subdirector de la fonoteca del INAH, Benjamín Muratalla, y la investigadora independiente Otila Caballero Quevedo, consideraron que el grupo comca’ac fue un parteaguas que incentivó a otras propuestas sonoras que han surgido desde los pueblos indígenas y que, sin romper con sus tradiciones, encuentran nuevas formas melódicas en diversos géneros musicales.

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