En un mundo donde el minimalismo domina las vitrinas, las redes sociales y el diseño corporativo, surge una expresión visual distinta, vibrante, identitaria y profundamente mexicana: el meximalismo.
Esa estética —una mezcla de maximalismo con raíces culturales mexicanas— no sólo rescata el color, el exceso y la riqueza visual, sino que hoy representa una oportunidad para negocios que quieren destacar con autenticidad, identidad y personalidad propia.
El meximalismo nace del cruce entre el maximalismo —la corriente estética que propone “más es más” y celebra la abundancia visual, los colores intensos, las texturas, los patrones— y la tradición estética mexicana, rica en artesanía, color, folklore y simbolismos culturales.
Mientras el minimalismo apuesta por la sobriedad, el blanco, las líneas limpias y la eliminación de lo superfluo, el maximalismo —y por extensión el meximalismo— defiende la exuberancia, la mezcla, lo decorativo, lo hecho a mano, lo artesanal, lo identitario.
Fuente: emprendedor.com



